El Plan director de Intervención se concibe desde una perspectiva de mejora urbana, que debe apoyarse predominantemente en actuaciones sobre espacios públicos.
Para ello, se proponen actuaciones de cualificación de determinados espacios urbanos; activación de los modos y ritmos de uso y de la capacidad de alentar interacciones y encuentros sociales; valoración de edificaciones y espacios urbanos, entendida como la expresión de los caracteres identitarios, de los significados e imágenes colectivas; integración ayudando a la conformación de conjuntos que actúan y se perciben como un todo; integridad de aspectos arquitectónicos, urbanos y paisajísticos, entendida como preservación y valoración del patrimonio cultural.

Para ello se llevan a cabo una serie de programas y actuaciones en los que se hacen propuestas que permitan materializar estos valores y que van desde la escala urbana hasta el detalle en propuestas de espacios concretos.