El Plan de Repoblación cuenta con unos objetivos no tanto físicos como sociales y económicos para el establecimiento de medidas que reforzaran la atracción del casco como lugar de residencia y que, de modo especial, trataran de incentivar la incorporación de nuevos residenctes cuyas características contribuyeran a la cualificación de los tejidos sociales, aquejados en muchos aspectos de síntomas de decadencia demográfica y degradación urbana, y dinámica económica.
Para ello se lleva a cabo un análisis del tejido social urbano, la influencia del marco político y normativo, y las expectativas de la población, residente y potencial.
Tras elaborar un diagnóstico general de la situación, se hace una propuesta que reúne tanto intervenciones concretas en determinados espacios urbanos y edificios residenciales, como propuestas para nuevos equipamientos, reordenación de la movilidad
y aparcamientos y programas de fomento de la ocupación de edificios y viviendas, o de mejora del espacio público.